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Existe mucho desconocimiento en todo lo relacionado con despedir a un trabajador. Es cierto que, con las nuevas normativas y el aumento de los contratos indefinidos, resulta un tanto más laborioso despedir, pero no es imposible.
En este post te voy a contar todas las posibilidades para que puedas despedir a un trabajador que no está cumpliendo con los objetivos o no puedes mantener en la plantilla. De este modo, tendrás todo bajo control cuando llegue ese incómodo momento. ¡Comencemos!
Como sabrás, no todos los despidos se producen por las mismas circunstancias. Aunque el final es el mismo, existen diferentes motivos por los cuales una empresa podría decidir despedir a un trabajador con contrato indefinido.
En función de a cuál te acojas, tendrás que pagar una indemnización o no.
Este tipo de despido se produce por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. En este caso, el empresario tiene que demostrar que existen razones objetivas que justifiquen la necesidad de extinguir el contrato de trabajo.
Para que lo entiendas mejor, te voy a explicar detalladamente cada una de ellas.
Este tipo de despido se produce cuando la empresa se encuentra en una situación financiera complicada que le impide hacer frente al salario de uno o varios de sus trabajadores.
Esto puede deberse a diversos motivos, como una disminución de las ventas e ingresos, la incursión en constantes pérdidas o incluso la entrada en quiebra. En estos casos, el empresario debe justificar la necesidad de extinguir el contrato de trabajo por causas objetivas.
Además, deberá demostrar que ha intentado adoptar medidas alternativas para evitar el despido, como la reorganización empresarial o la adopción de medidas de flexibilidad interna.
Un despido por causas técnicas se produce cuando la empresa incorpora maquinaria o instrumentos que requieren habilidades o conocimientos técnicos que el empleado o los empleados no poseen.
Eso sí, no debes recurrir a un despido objetivo basado en causas técnicas a la primera de cambio. Primero la empresa debe ofrecer a los empleados un curso de capacitación para actualizar sus habilidades y conocimientos en la tecnología incorporada, siempre que sea posible.
De esta forma, se busca evitar el despido y mantener al trabajador en la empresa con una formación adecuada a las nuevas necesidades tecnológicas.
Los despidos por causas organizativas se producen cuando la empresa implementa cambios en los sistemas y métodos de trabajo, lo cual puede resultar en una falta de capacitación o adaptación por parte de los trabajadores.
Por ejemplo, si la empresa modifica un proceso productivo con métodos desconocidos para el personal o para el operario actual, puede haber un conflicto que justifique el despido por causas objetivas.
Sin embargo, al igual que ocurre con los despidos por causas técnicas, no puedes acogerte a él de primeras. Antes, la empresa debe ofrecer a los empleados un curso de capacitación para actualizar sus habilidades y conocimientos en los nuevos métodos de trabajo, siempre que sea posible.
Este es el último tipo de despido objetivo al que podrías acogerte. Se utiliza cuando la empresa se ve obligada a reducir la producción de un producto o servicio específico debido a una disminución en la demanda por parte de los consumidores.
Por ejemplo, si una empresa tiene una oferta de seis productos pero uno de ellos presenta problemas para posicionarse en el mercado, entonces será necesario disminuir su producción.
Esto conllevaría a una reducción del personal a cargo de dicho producto en particular. En estos casos, se puede justificar el despido por causas objetivas, siempre y cuando se siga el procedimiento establecido por la normativa laboral aplicable.
👉 ¡Importante! La empresa está obligada a realizar un preaviso de despido con un plazo mínimo de quince días naturales. Si no se cumple, estos días deberán ser abonados al trabajador.
Cuando el trabajador incumple sus obligaciones laborales de manera grave y culpable podrás despedirlo por motivos disciplinarios.
Es importante que, antes de proceder al despido disciplinario, la empresa realice una investigación exhaustiva para garantizar que las causas que se esgrimen están debidamente acreditadas.
Algunas de las causas más comunes son:
👉 ¡Importante! El despido disciplinario puede llevarse a cabo sin preaviso de 15 días naturales.
El despido colectivo, también conocido como expediente de regulación de empleo (ERE), es una medida que puede tomar una empresa cuando se enfrenta a una situación económica difícil que la obliga a reducir su plantilla de manera significativa.
Este tipo de despido se produce cuando la empresa extingue los contratos de trabajo de un número determinado de trabajadores. En el caso de empresas con menos de 100 trabajadores, el número mínimo será de 10 trabajadores.
En cambio, si superan los 100 trabajadores, el despido deberá ser de al menos el 10% de la plantilla total. Cuando el número de trabajadores es superior a 300, deberá ser el 30% de la plantilla.
Otro aspecto a destacar es que los trabajadores pueden tener derecho a una indemnización y otras medidas compensatorias.
👉 ¡Atención! Para llevar a cabo este tipo de despidos primero debes abrir un período de consultas con los representantes de los trabajadores, la entrega de una documentación detallada sobre las causas y medidas adoptadas para evitar o reducir el impacto del despido, y la comunicación individualizada a los trabajadores afectados.
Este tipo de despido se produce cuando tanto el empresario como el trabajador están de acuerdo en poner fin al contrato de trabajo de forma voluntaria y negociada.
En este caso, es importante que ambas partes lleguen a un acuerdo en cuanto a las condiciones del despido, como el importe de la indemnización o las condiciones de la baja.
Aunque sea de mutuo acuerdo, el trabajador tendrá derecho a una indemnización por el tiempo trabajado en la empresa.
El despido nulo es una de las formas más graves de finalización de una relación laboral, por lo que deberás evitarlo a toda costa.
Este tipo de despido se produce cuando el empleador no justifica adecuadamente la decisión de poner fin al contrato de trabajo del empleado, o cuando se produce una vulneración de los derechos fundamentales del trabajador.
Entre las causas que pueden dar lugar a un despido nulo, encontramos la discriminación por motivos de género, edad, orientación sexual o cualquier otra condición personal o social del trabajador.
También puede considerarse nulo el despido que se produce en represalia por haber denunciado al empleador por alguna irregularidad, o cuando se vulneran derechos fundamentales como la libertad sindical o el derecho a la intimidad.
En el caso de que un despido sea calificado como nulo, el empleado tiene derecho a ser readmitido en su puesto de trabajo de manera inmediata, sin que el empleador pueda oponerse a ello. Además, deberá recibir los salarios correspondientes desde el momento del despido hasta su readmisión efectiva, en lo que se conoce como salario de tramitación.
Es importante destacar que la decisión de conservar o no el puesto de trabajo será del empleado, quien podrá decidir libremente si desea volver a la empresa o si prefiere recibir una indemnización.
En cualquier caso, la empresa deberá abonar al trabajador una indemnización adicional por el despido nulo, que suele ser de una cuantía mayor que la establecida para otros tipos de despido.
Como poder, se puede, pero la respuesta no es tan sencilla como en otras situaciones.
La normativa laboral española establece que un trabajador no puede ser despedido mientras se encuentra en una situación de incapacidad temporal, es decir, de baja médica. Sin embargo, existen excepciones a esta regla, a las cuales te podrás acoger.
Por ejemplo, si el motivo del despido es un despido colectivo o causa objetiva, el trabajador en situación de baja médica sí puede ser despedido. Sin embargo, la empresa debe demostrar que el despido no está relacionado con la baja médica del trabajador.
Además, también es posible despedir a un trabajador estando de baja si se trata de un despido disciplinario. En este caso, la empresa deberá justificar el despido por alguna falta grave cometida por el trabajador, independientemente de su situación médica actual.
En cualquier caso, es importante destacar que el despido de un trabajador estando de baja puede ser un proceso delicado y complejo, por lo que se recomienda siempre contar con asesoramiento antes de tomar cualquier decisión.
Sí, es posible que la empresa pueda despedir a un trabajador subrogado en determinadas circunstancias, siempre y cuando se ajuste a los requisitos y procedimientos establecidos en la legislación laboral.
En este sentido, la empresa deberá demostrar que el despido se debe a causas objetivas, cambios organizativos o estructurales, una disminución de la actividad o cambios técnicos en la empresa.
En líneas generales, la única opción para despedir a un trabajador sin tener que pagarle indemnización es que se deba a un despido disciplinario. Eso sí, como ya te adelanté en el apartado sobre despidos disciplinarios, deberá de ser un motivo debidamente justificado.
Mi consejo es que, si no cuentas con las pruebas suficientes para demostrarlo, evites acogerte a este tipo de despidos para no pagar indemnización. De no poder demostrarlo, es probable que debas readmitir al trabajador o pagar una indemnización y los costes del juicio.
👀 ¡Importante! Que no tenga derecho a indemnización no quiere decir que no debas pagarle el finiquito. Este hace referencia a los días trabajados durante el mes y a los días de vacaciones no consumidos.
Cuando se presenta una situación en la que un trabajador se comporta de manera conflictiva, puede resultar necesario tomar medidas para resolver el problema. Lo primero es buscar una solución pacífica y amistosa, aunque con este tipo de trabajadores resulta muy complicado.
Si ya has intentado buscar una solución pero no hay manera de acabar con esta situación, lo mejor es el despido. En este caso, podrás acogerte al despido disciplinario, ya que hace referencia a este tipo de situaciones. Sin embargo, te recomiendo que eches un ojo al listado de motivos, reúnas las pruebas necesarias.
En definitiva, lo mejor en estos casos es contar con un asesor experto que resuelva tus dudas a nivel laboral. Mi consejo es que acudas a Openges, cuenta con un equipo de profesionales de otro nivel y te salvarán de más de un marrón. ¡No te la juegues!
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