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Gastos de un autónomo| ¿Cuáles son deducibles?

18 de diciembre de 2024
Gastos de un autónomo

Los gastos de un autónomo son una preocupación incluso antes de poner en marcha la actividad, porque generan miedo e inseguridad ante la incertidumbre de los ingresos que tendrá la empresa.

Deducir la mayor cantidad posible de gastos es una ayuda para los autónomos. Por eso, es importante saber cuáles son esos gastos deducibles que aliviarán tu bolsillo.

Cuáles son los gastos deducibles de un autónomo

Todas las empresas tienen ingresos y también gastos. Dependiendo del importe de unos y otros se obtienen más o menos beneficios.

Los impuestos influyen también en los números que ves en tu cuenta bancaria, por lo que es importante poder deducir el mayor número de gastos para pagar menos impuestos. Eso sí, es importante incluir únicamente los gastos deducibles y no cualquier tipo de gasto.

Tener claro esto es esencial a la hora de incluir todos los gastos posibles en las declaraciones trimestrales y anuales.

Vamos a verlo detalladamente: 

Cuota de autónomos

Este gasto es uno de los principales que tienen todos los trabajadores autónomos.

Hablamos del pago mensual que hace el trabajador por cuenta propia en concepto de la cotización de la Seguridad Social.

Esta cuota se obtiene del sistema de cotización para autónomos en función de sus ingresos reales.

Con la excepción de que los autónomos que comienzan la actividad y que pueden beneficiarse de la tarifa plana, el gasto al mes en Seguridad Social es de 80 euros al mes.

IRPF

Es el impuesto más importante que afecta a los trabajadores por cuenta propia.

Los nuevos autónomos que estén dados de alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) en epígrafes que correspondan a actividades profesionales, podrán retener una cuota reducida del 7% en el año de alta y los dos siguientes. Una vez finalizado este periodo, la retención será del 15% en tus facturas de venta.

Los autónomos que tributan en Estimación Directa Simplificada y en Estimación Directa Normal pagarán su correspondiente IRPF trimestralmente a través del Modelo 130.

Los trabajadores por cuenta propia en Estimación Objetiva del IRPF (Módulos) lo harán, también de forma trimestral, a través del Modelo 131.

IVA

Otro impuesto que es clave en la tributación de los autónomos, el IVA, aunque no se considera un gasto a nivel contable.

El trabajador por cuenta propia, calcula el IVA que cobra de sus clientes menos lo que paga a sus proveedores para pagárselo a la Agencia Tributaria. Lo que hace es actuar como intermediario entre ambos sujetos.

No es un gasto deducible pero debe liquidarse trimestralmente en el modelo 303. Por lo que es importante incluir los gastos deducibles, con el IVA, para hacer correctamente el cálculo.

Lo recomendable es que se mantenga un control y registro del IVA trimestral de lo que cobras a los clientes y pagas a los proveedores. Así, podrás guardar el dinero que vas a tener que pagar a Hacienda.

Contratación de asesores profesionales

Tener cerca personas con los conocimientos y la experiencia necesarias para ayudarte con tu negocio como autónomo, es fundamental.

Esto te va a ayudar a optimizar tu tiempo, evitar realizar muchas gestiones y tareas administrativas que le quiten tiempo a tu empresa.

Así que el dinero que inviertes en pagar a la asesoría es rentable y deducible. Es una gran idea por ayudar a tu negocio, añadiéndolo como gasto en los impuestos que se declaran.

Facturas de suministros

Estos son los gastos que se dan más frecuentemente en todas las actividades que llevan a cabo los trabajadores por cuenta propia.

Son los gastos del pago de la renta del alquiler en el caso de una oficina o local alquilados, la factura de la luz, agua, gas, teléfono e internet.

Si trabajas en casa, podrás deducirte los suministros de la vivienda habitual de la siguiente forma: el 30% a la proporción existente entre los metros cuadrados de la vivienda destinados a la actividad respecto a su superficie total, salvo que se pruebe un porcentaje superior o inferior, pero siempre que la actividad profesional del autónomo afecte parcialmente a su vivienda habitual.

Para poder deducirte estos gastos de tu vivienda, tienes que comunicar a la Agencia Tributaria mediante el modelo 036 o el modelo 037 que llevas a cabo la actividad en tu vivienda.

Tecnología

En todo tipo de negocios se usa tecnología de distinto tipo, como mínimo, correo electrónico. Además, en la mayoría ya se tiene también una página web.

Esto conlleva unos gastos:

  • Dominio. Es lo que se paga por el nombre del sitio web que suele estar en torno a los 30 euros al año.
  • Alojamiento. Es donde se almacena la página web. En este apartado, el precio es más variable, pudiendo alcanzar los 60€ anuales o los 20€ mensuales.

Además, tendrás que invertir en un software para facturar y llevar el control de tu actividad y de algunos trámites. Gracias a ello, podrás reducir de forma importante la posibilidad de errores, aunque tendrás que afrontar el gasto.

Es posible que, por la actividad que lleves a cabo, tengas que implementar la tecnología en otras áreas. Si es así, tu inversión será mayor.

Pero, todo lo que se invierte en tecnología reporta beneficios para la actividad y en algunos casos puede deducirse 😉

Gastos bancarios

Las entidades bancarias suelen cobrar por la mayoría de los servicios que prestan a empresas y particulares.

Los gastos bancarios más habituales son:

  • Comisiones de mantenimiento de la cuenta.
  • Comisiones por transferencias o cobro de cheques.
  • Comisiones por TPV.
  • Intereses de financiación.

Cada banco cobra unas comisiones distintas. Por eso, es importante analizar todas las opciones disponibles para escoger la que te ofrezca las mejores condiciones.

Otros gastos a tener en cuenta

Los gastos que hemos ido mencionando anteriormente son los más importantes, especialmente por el importe que representan. Sin embargo, hay que tener en cuenta también que existen otros gastos que van a variar en función de las características de la actividad que se desarrolla:

  • Seguros.
  • Materiales de oficina.
  • Transporte y desplazamientos.
  • Dietas.
  • Personal.
  • Vehículos.
  • Maquinaria.
  • Mercadería.

Todo esto hay que tenerlo en cuenta para saber cuánto paga al mes un autónomo, teniendo en cuenta todos los gastos.

Qué son los gastos de difícil justificación

La Agencia Tributaria es muy estricta a la hora de justificar los gastos deducibles.

Sin embargo, hace una excepción en el caso de los autónomos y los gastos de difícil justificación.

Estos gastos representan un porcentaje que Hacienda permite que puedan deducir los trabajadores por cuenta propia sin necesidad de justificarlos. Sirve como ayuda extra para los autónomos, porque no siempre es fácil justificar todos los gastos que tiene la actividad.

Es posible deducir en concepto de gastos de difícil justificación el 5% de los gastos anuales. Es decir, el 5% de los beneficios totales, para que los impuestos que se paguen sean menores.

Para poder aplicar los gastos de difícil justificación como deducibles, hay que cumplir los siguientes requisitos:

  • Tienes que pertenecer al régimen de estimación directa simplificada en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
  • Tienes que tener más ingresos que gastos.
  • Tienes que tener unos ingresos netos anuales inferiores a 600.000€.

Tener controlados los gastos de un autónomo, puede ser la diferencia entre que la actividad sea un éxito o un fracaso. Y para ello, saber cuáles son los gastos deducibles y de difícil justificación es esencial. 

Como sabemos que este tema genera muchas dudas, te recomendamos que cuentes con una asesoría como Openges. Nuestro equipo de profesionales podrá asesorarte sobre cuáles son los gastos que puedes deducirte y cuáles no, y mucho más.

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