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¿Te has preguntado alguna vez qué necesitas para ser vendedor ambulante? Estoy seguro de que esta pregunta ha rondado en más de una ocasión por la cabeza.
Y es que, aunque los ecommerce como Shein estén en ascenso, todavía queda una buena cuota de clientes que prefieren acudir a los mercadillos.
Además, en las ferias y fechas señaladas a las personas les encanta darse un paseo y comprar a la vieja usanza. Así que, no te lo pienses más y emprende tu propio negocio.
¡En este post te contaré todo lo que necesitas saber para que puedas ponerlo en marcha cuanto antes!
Comencemos por el principio para que no haya confusiones. La venta ambulante hace referencia a la venta de bienes o servicios realizada en la vía pública o en espacios públicos, sin un establecimiento fijo.
Es una forma de comercio caracterizada por la movilidad del vendedor y la posibilidad de ofrecer sus productos en diferentes lugares.
Existen varios tipos de venta ambulante, que cambian según el tipo de producto o servicio que se ofrece. Para que lo tengas más claro, te explico los tipos más conocidos.
Los vendedores ambulantes de alimentos ofrecen comidas preparadas, bocadillos, bebidas y otros productos relacionados con la alimentación. Pueden incluir puestos de comida callejera, carritos de helados, camiones de comida y vendedores de frutas y verduras.
Por ejemplo, seguro que recuerdas al vendedor de buñuelos o bocadillos que siempre está en todas las ferias de pueblo. Otro ejemplo sería el típico camión de los helados de las películas americanas o el vendedor de cuñas, carmelas y pasteles de la playa.
Este tipo de venta ambulante se enfoca en la venta de ropa, calzado, accesorios y otros productos relacionados con la moda. Es usual verlos en mercadillos callejeros, ferias temporales o a través de puestos móviles.
Cuando llega la navidad, en los centros de las ciudades es muy probable que te encuentres puestos de artesanías para montar los portales de belén. Si te apasiona este mundillo, estoy seguro de que habrás oído hablar del famoso mercadillo navideño de Núremberg, en Alemania.
Algunos vendedores ambulantes se especializan en la venta de productos electrónicos, como teléfonos móviles, accesorios electrónicos, gadgets y otros dispositivos tecnológicos. Suelen operar en lugares concurridos o en eventos específicos.
Un ejemplo de ello sería la Feria de la Salud y la Tecnología de Valencia.
Este tipo de mercadillo es otro de los que están en auge en los últimos años. La venta de productos variados, nuevos o de segunda mano, están a la orden del día. Seguro que has oído hablar del Rastro de Madrid o del Mercadillo de Sant Antoni, en Barcelona.
Ofrecen una amplia variedad de productos, como juguetes, libros, utensilios para el hogar, productos de limpieza, entre otros.
Ahora que ya conoces los diferentes tipos que existen, vayamos a lo que de verdad importa, qué requisitos debes cumplir para ser vendedor ambulante.
Para poder ser vendedor ambulante deberás reunir una serie de requisitos.
Antes que nada, lo primero que deberás hacer es darte de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social. No hay margen de error, esto deberás hacerlo sí o sí porque es obligatorio cotizar.
👉🏻 Importante: Para continuar es imprescindible mantenerte al corriente del pago de la cuota a la Seguridad Social en todo momento.
Al igual que en la Seguridad Social, tendrás que darte de alta en Hacienda y darte de alta en el epígrafe del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) que te corresponda.
Según la categoría en la que esté clasificado en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), es probable que se aplique el recargo de equivalencia, que es un régimen especial del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) dirigido a vendedores minoristas.
Es importante tener en cuenta que, una vez dado de alta, es necesario cumplir con las obligaciones fiscales correspondientes.
En el caso de la venta ambulante, esto implica liquidar y pagar tanto el IVA como el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Aquí llegamos al momento importante: conseguir el permiso del Ayuntamiento. El precio variará en función del pueblo o ciudad donde quieras vender. Cada Ayuntamiento define el precio, así que es probable que sea diferente en dos ciudades contiguas.
Sin embargo, la cosa se complica un poco cuando vendes en diferentes ciudades. En este caso, deberás solicitar una licencia en cada una de las ciudades en las que vayas a vender tus productos o servicios. De no ser así, la multa podría ser muy bestia, sin hablar de que te podrían incautar los productos.
👉🏻 Importante: La autorización tiene una duración determinada, así que deberás prorrogarla cuando esta llegue a su fin.
Los requisitos anteriores son obligatorios para cualquier tipo de venta ambulante. Sin embargo, existen otros que se deberán cumplir en función del tipo de venta que realices.
En caso de que necesites utilizar una estructura fija o elementos que ocupen espacio en la vía pública, es posible que tengas que solicitar una licencia específica de ocupación de vía pública. Esta es muy parecida a la que pagan los bares para poner sillas y mesas en sus terrazas.
Se aplican en carretas, stands, mesas u otros elementos similares utilizados por el vendedor ambulante.
¿Tienes planeado vender alimentos? Entonces necesitarás un permiso de manipulación de alimentos. Este permiso garantiza que el vendedor cumple con las normas de higiene y seguridad alimentaria establecidas.
La buena noticia es que este certificado es muy fácil de obtener, así que no te supondrá un problema.
Aunque su obligatoriedad varíe en función de la Comunidad Autónoma, la realidad es que resulta muy recomendable contar con un seguro de responsabilidad civil. De este modo, cubrirías los posibles riesgos que se puedan ocasionar a terceros.
Por ejemplo, si a una persona le sienta mal tu comida o se produce un accidente en tu puesto de trabajo.
Como vendedor ambulante estarás sujeto a varios impuestos que deberás pagar sí o sí.
Seguro que te suena, ¿verdad? Como vendedor ambulante estarás obligado a repercutir el IVA en las ventas de tus productos o servicios.
El tipo impositivo aplicable puede variar según el tipo de producto o servicio vendido, ya que existen diferentes tipos de IVA (general, reducido y superreducido).
Importante: Deberás declarar y liquidar el IVA correspondiente en tus declaraciones periódicas de impuestos.
Este es otro de los impuestos con los que deberás familiarizarte si te haces autónomo. Deberás incluir tus ingresos y gastos en tu declaración de la renta anual y pagar impuestos sobre los beneficios obtenidos después de deducir los gastos y las deducciones aplicables.
Por último, dependiendo de la actividad específica que realices como vendedor ambulante, es posible que debas darte de alta en el IAE y pagar el impuesto correspondiente.
El IAE es un impuesto municipal que grava el ejercicio de actividades económicas, y el importe a pagar puede variar según la clasificación del epígrafe del IAE correspondiente a tu actividad.
Lamentablemente no. Cada Ayuntamiento específica uno o varios espacios donde podrás realizar la venta ambulante. Por ejemplo, el Rastro de Madrid siempre se realiza en el mismo lugar y será ahí donde deberás situar tu puesto.
Lo mismo ocurre en las ferias y eventos especiales donde se colocan mercadillos en fechas señaladas.
La verdad es que no. Existen una serie de productos prohibidos que no se pueden vender en los mercadillos ambulantes. Entre ellos se encuentran los que suponen un riesgo sanitario.
Además, para vender productos como carnes, lácteos y productos delicados, se requerirá de una autorización previa. Para obtenerla deberás tener unas instalaciones adecuadas (como por ejemplo frigoríficos que mantengan una temperatura óptima para los productos).
La duda ofende, y si esta pregunta se la haces a Hacienda tendrías sus ojos puestos en ti todo el rato.
Vayamos por parte. Es cierto que en raras ocasiones los vendedores ambulantes ofrecen facturas o tickets, resultando complejo llevar un buen control de las ventas (sobre todo si los clientes pagan en efectivo).
Sin embargo, la realidad es que deberías de ser un ciudadano “ejemplar” y cumplir con tus obligaciones si quieres dormir tranquilo y evitar sustos en el futuro.
Ay amigo, si estás pensando ir por ese camino… te recomiendo que cambies de ideas cuanto antes. Los Ayuntamientos llevan un control más que exhaustivo de los vendedores ambulantes, así que no te la juegues porque te van a pillar el primer o segundo día.
La multa a la que te puedes enfrentar por vender sin licencia puede resultar cuantiosa cuanto menos. Todo dependerá del tipo de producto o servicios que prestes, pero igualmente te llevarás una sanción económica.
Ahora que ya lo sabes todo sobre la venta ambulante, te recomiendo contar con un asesor que te ayude a gestionar todo el papeleo que supone. ¡Te ahorrarás más de un quebradero de cabeza!
