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Cuando un autónomo inicia una actividad, una de las primeras obligaciones que se le vienen a la cabeza a la mayoría de las personas es la del pago de los impuestos.
En la mayoría de casos hay que practicar la retención de IRPF en las facturas de los autónomos como forma de pagarlo. Vamos a ver cómo hacerlo.
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es uno de los tributos más importantes de España, ya que grava la renta que los ciudadanos han obtenido a lo largo de un año.
Se incluyen los rendimientos derivados del trabajo o actividad económica, las pérdidas y ganancias patrimoniales y otras imputaciones de renta, sin importar el lugar donde se hayan generado
Es un tributo que deben pagar al Estado los ciudadanos residentes en España, teniendo en cuenta las circunstancias personales y familiares de las personas.
Los obligados al pago del IRPF son los que tengan su residencia habitual en territorio español y aquellas que tuviesen su residencia habitual en el extranjero en los casos establecidos en la normativa.
Para pagar el IRPF será necesario realizar la Declaración de la Renta.
Los autónomos también realizarán las presentaciones del impuesto a través de sus declaraciones trimestrales o practicando retenciones en sus facturas, para luego ajustar con la propia Declaración, que ellos también deben presentar.
La declaración de la renta se presenta de forma anual y el plazo va desde el mes de abril al mes de junio.
En cambio, las declaraciones trimestrales se presentan durante los meses de enero, abril, julio y octubre, siendo los plazos los siguientes:
Es obligatorio incluir retención en la facturación de los autónomos cuando estén dados de alta en la sección de actividades profesionales o artísticas del Impuesto de Actividades Económicas (IAE).
Es el caso de los autónomos que facturan a empresas u otros profesionales. Algunos ejemplos son los médicos, los abogados y los artistas.
Hay dos casos en los que los autónomos no deben incluir retenciones en las facturas:
En el resto de casos, las facturas de autónomo a empresas llevan retenciones, al igual que las facturas con clientes que son otros profesionales, incluidas las facturas entre autónomos.
El tipo de IRPF general que se aplica en las facturas de los autónomos es del 15%.
No obstante, existen algunos casos en que este porcentaje aplicable es diferente:
La forma de aplicar la retención del IRPF en las facturas de los autónomos es bastante sencilla.
El porcentaje que se tiene que descontar, en función de lo visto en el apartado anterior, se aplicará sobre la base imponible. Esto quiere decir que se calculará el porcentaje sobre el importe total antes de aplicar el resto de impuestos.
Y la cuantía resultante de aplicar el porcentaje a la base imponible nunca se suma, sino que se resta.
Vamos a ver un ejemplo de cómo se aplicaría la retención en una factura.
Si se vende un producto o servicio por importe de 2.000 euros, ésa será la base imponible sobre la que se aplicará el porcentaje de IRPF.
Si el porcentaje a aplicar es el tipo general, el importe de retención a descontar será de 300 euros.
Sobre la misma base se aplica el IVA, entre otros impuestos. Si en este tributo se aplica el 21%, el importe a sumar será de 420 euros.
Por tanto, la cuantía total de la factura se calculará siguiendo la siguiente fórmula: Base imponible-IRPF+IVA= Importe a cobrar
En este ejemplo, la cantidad sería: 2.000 – 300 + 420= 2120 euros.
La retención IRPF en las facturas de los autónomos sólo es obligatoria en algunos casos, como hemos visto. Por eso, es importante identificar si te encuentras en uno de ellos y saber cómo hacer correctamente una factura con retención.
Puede que tengas dudas y necesites asesoramiento en este tema, ya que puede parecer complejo al principio. Si es así, Openges es tu gestoría online de confianza para éste y otros temas de tu negocio.
