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¿Estás listo para llevar tu negocio al siguiente nivel y conquistar nuevos horizontes en el extranjero? Si es así, estás en el lugar adecuado.
Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, las tiendas online, los envíos internacionales y la globalización del mercado, resulta cada vez más sencillo vender productos en el extranjero.
Por eso, en este post, te traigo una guía especialmente diseñada para ti, donde encontrarás todo lo que necesitas saber sobre cómo vender productos o servicios en el extranjero.
Además, te explicaré las diferencias de vender en países de la Unión Europea y fuera de sus fronteras. Prepárate para aprovechar al máximo las oportunidades internacionales y llevar tu negocio a nuevos niveles de éxito. ¡Comencemos!
Vender productos o servicios en el extranjero puede ser una excelente oportunidad para expandir tu negocio. Sin embargo, antes de lanzarte a la aventura, hay una serie de requisitos que debes cumplir para que tu entrada al mercado internacional resulte exitosa.
Te recomiendo que los tengas todos bajo control antes de comenzar a vender en el extranjero.
Antes de comenzar a vender en el extranjero, es fundamental realizar una investigación de mercado exhaustiva. Esto te permitirá comprender las preferencias y necesidades del mercado objetivo en el extranjero, identificar a tus competidores y evaluar la demanda de tus productos o servicios.
Desarrolla un plan estratégico para ingresar al mercado extranjero. Define tus objetivos, identifica los países o regiones específicas en las que deseas enfocarte y establece un plan de acción detallado para alcanzar esos objetivos.
¡Es imprescindible antes de lanzarte a la aventura!
Asegúrate de que tu producto o servicio sea adecuado y atractivo para el mercado extranjero. Es probable que tengas que realizar modificaciones o adaptaciones de tu producto o servicio para cumplir con los requisitos locales, las normativas y las preferencias culturales.
Investiga y establece los canales de distribución adecuados para llegar a tus clientes en el extranjero. Esto puede incluir la venta en línea a través de tu propio sitio web, la colaboración con distribuidores locales o la utilización de plataformas de comercio electrónico internacionales.
Es fundamental comprender los requisitos legales y aduaneros del país donde vas a vender tus productos o servicios. Esto implica conocer los impuestos de importación, las regulaciones de etiquetado y embalaje, así como los requisitos de certificación o licencia específicos.
Desarrolla una estrategia de marketing adaptada al mercado extranjero. Utiliza herramientas de promoción adecuadas, como publicidad online, redes sociales y marketing de contenidos, para llegar a tu público objetivo en el extranjero.
Considera establecer alianzas estratégicas con socios locales en el extranjero. Estas asociaciones te ayudarán a superar barreras culturales e idiomáticas, facilitar la distribución y aumentar tu visibilidad en el mercado extranjero.
Brinda un excelente servicio al cliente y soporte posterior a la venta a tus clientes en el extranjero. Esto te permitirá construir relaciones sólidas y mantener la satisfacción del cliente, generando referencias y fidelidad a largo plazo.
¿Tienes claro todo lo que necesitas antes de comenzar a vender en el extranjero? Si ya manejas toda esta información y características, entonces es hora de lanzarte a la aventura.
Comenzar a vender en el extranjero, y expandir los límites de tu negocio, va a tener implicaciones tributarias, pero esto es algo que ya contemplabas, ¿verdad?
Mi consejo es que, sí o sí, deberás de contar con la ayuda de una asesoría que maneje a la perfección la tributación de la venta de productos y servicios en el extranjero, como, por ejemplo, Openges.
Dicho esto, voy a contarte las diferencias entre vender tus productos o servicios en países miembros de la Unión Europea y venderlos a países no comunitarios.
Vender productos o servicios a países europeos tiene varias ventajas. En primer lugar, no hay aranceles ni tasas de importación, lo que facilita el comercio.
Además, el uso del euro como moneda principal simplifica las transacciones y evita pérdidas por fluctuaciones cambiarias. Esto significa que no tienes que preocuparte por ganar o perder dinero debido a cambios en el tipo de cambio.
Para hacer ventas de productos o servicios dentro de la Unión Europea hay una serie de requisitos que deberás cumplir. Vamos a verlos todos.
Eso sí, si planeas realizar operaciones intracomunitarias, es importante que te registres en el Registro de Operadores Intracomunitarios (ROI) para aprovechar las ventajas de este registro.
La principal ventaja de estar registrado es que puedes emitir facturas a otros empresarios o profesionales de la UE sin aplicar el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Sí, has leído bien, ¡no tendrás que aplicar el dichoso IVA, un problema menos!
El registro en el ROI se realiza a través del modelo censal 036. Seguro que te suena, ¿verdad? Cuando lo hagas, es muy probable que te soliciten información extra o que, incluso, se pasen a visitarte. Pero tranquilo, pasa más de lo que imaginas.
En las operaciones intracomunitarias, con empresas registradas en el ROI, te olvidas del IVA y de todo lo que ello supone. Sin embargo, tendrás que hacer amistad con el modelo 349. En él, deberás declarar todas las operaciones intracomunitarias.
👉🏻 Importante: No olvides indicar en las facturas que se tratan de operaciones intracomunitarias. Si no lo haces, puedes tener problemas en el futuro.
Es importante tener en cuenta las diferencias entre exportar bienes o servicios a países no comunitarios para saber cómo vender en el extranjero.
Actualmente, la exportación de bienes generalmente no está sujeta al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Sin embargo, ten en cuenta que la mercancía pasará por la aduana del país de destino, donde se aplicarán las tasas y aranceles correspondientes. Estos costos serán responsabilidad del destinatario de la mercancía.
Si te dedicas a la prestación de servicios, se considera una operación exenta de IVA. Esto significa que debes emitir facturas con un tipo de IVA del 0%.
Sin embargo, el receptor de los servicios deberá realizar lo que se conoce como Inversión del Sujeto Pasivo (ISP) y asumir la responsabilidad de cumplir con las obligaciones fiscales correspondientes.
Una vez tengas en cuenta esta diferenciación, deberás verificar si el país de destino tiene alguna normativa especial en cuanto a la exportación de mercancías. Cada país puede tener requisitos adicionales o regulaciones específicas que debes cumplir al exportar tus productos.
Además, otro aspecto importante a valorar es el cambio de divisas. Mientras que en la UE todos los países utilizan el euro, en los países no comunitarios no tendrás esa ventaja.
Las fluctuaciones en los tipos de cambio pueden tener un impacto en los costos y los ingresos derivados de tus ventas en el extranjero. Es recomendable realizar un seguimiento y una gestión adecuada de las tasas de cambio para minimizar el impacto en tus ganancias.
Todo no es tan idílico como lo pintan a veces. Si vendes tus productos o servicios a particulares o empresas que no están registradas en el ROI, deberás aplicar el IVA.
Eso sí, puedes encontrarte con dos casos diferentes.
Si prestas servicios a clientes particulares, empresas o profesionales que no están registrados en el ROI, deberás aplicar el IVA nacional.
En el caso de la venta de productos a clientes particulares o empresas no registrados en el ROI, la situación cambia. En este caso, emitirás facturas con el IVA español hasta que alcances un volumen de facturación conjunto de 10.000€ con la UE. Esto se conoce como “ventas a distancia”.
Una vez que superes este umbral, deberás emitir la factura con el IVA correspondiente al país de destino, donde se encuentra el cliente final.
Para liquidar el IVA de ventas a otros países de la UE podrás tomar dos caminos:
👉🏻 Importante: El alta en el UOSS entra en vigencia a partir del primer día del trimestre siguiente a su presentación.
En definitiva, a la hora de vender productos fuera de España es importante que tengas en cuenta todos estos aspectos antes de lanzarte a la aventura.
Las regulaciones y requisitos pueden variar según el país de destino y el tipo de producto o servicio que estés exportando, así que, la mejor opción es contar siempre con un asesoramiento especializado. ¡No te la juegues!
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