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Si tienes una buena idea para emprender quizás te estés planteando montar un negocio entre dos socios. Si es así, existen algunos consejos importantes que debes tener en cuenta antes de comenzar.
Algunos de los principales motivos por los que montar un negocio entre dos socios puede ser buena idea son:
● Seguridad. Montar un negocio entre dos socios da seguridad a la mayoría de las personas y por eso lo hacen. Emprender en solitario es algo que da miedo por los riesgos que conlleva.
● Ayuda. Tener un socio al lado puede servir de complemento en muchas ocasiones y también será alguien con quien compartir las preocupaciones relacionadas con el negocio.
● Ideas. Al tener otro punto de vista pueden surgir soluciones y nuevas ideas que pueden ayudar al funcionamiento de la actividad.
● Contactos. Ambos socios pueden aportar contactos que sean positivos para el nuevo negocio.
● Economía. El apoyo económico en el emprendimiento es fundamental, y eso puede conseguirse gracias a un socio que cuente con todo o parte de la inversión necesaria.
Es posible que montar un negocio entre dos socios pueda ser buena idea pero seguro que van a surgir muchas dudas acerca de cómo poner en marcha una empresa con dos socios.
Debes elegir bien el socio para tu empresa, decidir la forma jurídica que mejor se adapte y evitar algunos errores que pueden ocasionar problemas en el futuro.
A la hora de elegir una persona con quien montar un negocio debes tener en cuenta ciertos aspectos:
● Decide qué tipo de socio es el que necesitas. En un negocio, los tipos de socios que pueden intervenir son:
○ Socios inversores. Se trata de una persona que ofrece el apoyo económico necesario, es decir, aporta dinero y recibe parte de los beneficios. Es posible acordar que también pueda tomar decisiones dentro de la empresa.
○ Socios trabajadores. Este tipo de socio aporta conocimientos y experiencia para el buen funcionamiento de la empresa. Además, toma decisiones y tiene responsabilidad dentro de ella. Tiene que dar de alta como autónomo o trabajador por cuenta ajena.
● Alguien que comparta valores y visión. Este punto es el más importante porque deben poder comunicarse juntos y tomar buenas decisiones para el negocio.
● Una persona que ofrezca recursos y credibilidad a tu negocio. Además de valorar los recursos financieros de un posible socio, también hay otros aspectos que tienen mucho valor para la empresa, como una red comercial o buenos clientes.
● Socio que tenga buena ética personal y comercial. Esto es clave para que sea alguien en quien puedas confiar y que no ponga en riesgo la empresa, se apropie de tus ideas o tenga prácticas deshonestas.
● Responsabilidades equilibradas. Deben acordar las responsabilidades de cada parte y cumplirlas, de esta forma la sociedad estará bien equilibrada.
A la hora de poner en marcha un negocio, hay que valorar qué forma jurídica funciona mejor para dos socios.
Para crear una comunidad de bienes no es necesario acudir al notario. Basta con redactar unos estatutos y solicitar un CIF específico en la Agencia Tributaria. Ésta es la principal ventaja, que su constitución es muy sencilla.
En cuanto a la responsabilidad, es ilimitada. Es decir, los socios responden con su patrimonio de las deudas y obligaciones que surjan.
En este caso, la responsabilidad es limitada. Los socios sólo responden en función del capital que hayan aportado a la empresa.
Sin embargo, es necesario acudir al notario y realizar unos trámites burocráticos más complejos.
La aportación mínima es de 3.000 euros.
Al igual que en el caso anterior, la responsabilidad de los socios en esta empresa es limitada al capital aportado.
Como en la Sociedad Limitada, hay que acudir al notario y constituir la empresa formalmente.
La aportación mínima para crear una Sociedad Anónima es de 60.000 euros.
La Sociedad Civil es la forma jurídica más desconocida. Permite trabajar asociados con otros autónomos sin las complicaciones de la Sociedad Limitada o la Sociedad Anónima.
No es necesario un proceso de constitución ni la aportación de un capital inicial.
Se utiliza para personas que quieran poner en marcha una actividad conjuntamente con otros.
Todos los socios deben estar dados de alta en el RETA y podrán ser:
● Socio capitalista o inversor. Gestiona la sociedad, aporta capital y trabajo, y participa en las ganancias y pérdidas del negocio.
● Socio industrial o trabajador. Aporta el trabajo personal, no se encarga de la gestión y participa en las ganancias de la sociedad, pero no en las pérdidas salvo que se acuerde así.
Aunque los conflictos pueden aparecer en cualquier momento, es recomendable tener en cuenta algunas cosas a la hora de montar un negocio entre dos socios.
Si compartes capital en forma de dinero, recursos y otros bienes estás compartiendo tu empresa.
Para evitar problemas en este sentido, es recomendable firmar un acuerdo en el que se especifique que se van a compartir las ganancias y también los gastos. De esta forma, ambos seréis responsables si las cosas salen mal.
Si tienes una idea pero no tienes presupuesto para contratar a un empleado, puede parecerte una buena opción contar con un socio que aporte lo que tú no tienes.
Para hacerlo, es recomendable hacer un contrato entre las partes dejando claro lo que tiene que hacer cada uno y cómo se hará el posible reparto de beneficios.
Aunque tengas buena relación con tu socio, incluso amistad, todo lo referente al negocio debe redactarse y firmarse por ambas partes. Normalmente, con la figura del pacto de socios.
Por eso, antes del inicio de la actividad, es importante que todas las normas de funcionamiento del negocio queden escritas. Si se hace después puede haber problemas.
Una buena solución para el reparto de obligaciones de forma que cada uno tenga su responsabilidad y no recaiga sobre el otro es la creación de una SL.
Así, uno de los principales focos de problemas entre los socios desaparecerá.
En el documento a firmar se deben incluir todas las condiciones. Así, tanto un socio como el otro podrán dejar la empresa y sabrán cuáles son sus opciones.
Además, se deben establecer las opciones de adquisición preferente a la hora de comprar la otra parte del negocio. De esta forma, podrás beneficiarte de la situación.
Si pones en marcha el negocio con un amigo y dejáis de ser socios, lo más probable es que vuestra amistad también se vea afectada.
Por eso, si valoras una amistad verdadera, ten en cuenta este punto antes de elegirlo como socio.
Cuando pones en marcha una empresa con otros socios, no es recomendable repartir al 50%.
Lo ideal es que el negocio tenga un jefe y alguien que tenga más peso en las decisiones, así que lo mejor es repartir 40-60 o similar para no tener problemas en caso de que existan discrepancias.
Montar un negocio entre dos socios puede ser una gran idea si se tienen en cuenta ciertos consejos importantes y se elige bien quién va a formar parte de la empresa.
Si tienes dudas sobre cómo hacerlo o quieres redactar correctamente un documento que incluya todo lo importante, lo mejor es que cuentes con una asesoría para que te ayude a iniciar el negocio y a hacer los trámites necesarios.